Cada día por estas fechas me encuentro en la puerta de mi trabajo con un cigarro entre los dedos, como si esperase convertirme en piedra con la salida del sol. Pero no, ni me convierte en piedra, ni nada cambia. Simplemente se reinicia, y en mi cabeza no deja de sonar "I got you babe", puta Cher.
Necesito encontrar que tengo que cambiar para que el día pase de una maldita vez.
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